O todo, o nada. O blanco, o negro. Hola o adiós. Bueno o Malo. Sí o no. Con o sin… e infinitas decisiones más…
Mi preferida es LOVE OR AMORE. Amor o amor. Amore o amore. Amour o amour… combínalo como quieras, pero combínalo con amor.
Yo no quiero escoger o todo o nada.
A veces querré de esto todo y a veces querré nada.
Yo no quiero escoger blanco o negro.
A veces querré blanco, otras muchas querré negro.
Yo no quiero escoger hola o adiós.
Muchas veces diré hola, muchas otras diré adiós.
Yo no quiero escoger bueno o malo.
Es tan necesario lo uno como lo otro.
Yo no quiero escoger sí o no.
En muchas ocasiones será un sí, en muchas, siendo lo mismo, será un no.
Yo no quiero escoger con o sin.
Según el momento será con, otros será sin.
(Pero aunque decida bañarme sin happiseta, la tendré a mi vera para cuando me apetezca con)
Siempre debemos tomar decisiones. Constantemente. Ahora, antes de leer este artículo, aunque sea inconscientemente, tu cerebro ha decidido leerlo o no leerlo. Tú has decidido que sí, otros habrán decidido que no. Tú, en este momento, has decidido que sí, tú mismo en otro momento a lo mejor hubieses decidido que no. Y así infinitas veces cada día. Pero lo más, más, más importante es que, decidas lo que decidas, siempre, siempre, siempre, la decisión que hayas tomado, haya sido tomada con amor o amor.
Yo, hoy, love or amore, mañana, también ¿y tú?
Muchas gracias